
Si es usted dentista, probablemente se haya planteado convertirse algún día en propietario de una clínica dental. Los pasos necesarios para crear un negocio de éxito pueden parecer desalentadores: el proceso no es ni barato ni rápido. Pero si está decidido a emprender por su cuenta, aprender a montar una consulta dental privada es un primer paso inteligente.
Incluso si su consulta privada está todavía a años vista, el trabajo que realice hoy puede ayudarle a sentar las bases de su negocio. Siga estos consejos de la Clínica dental Urbina:
¿Por qué abrir una consulta privada?
Los consultorios dentales corporativos tienden a ser muy grandes, lo que tiene sus ventajas. Los consultorios corporativos suelen tener más libertad de prioridades fuera del consultorio y amplios paquetes de beneficios.
Los dentistas también se benefician de tener una oficina de apoyo para gestionar las reclamaciones de los seguros. Dicho esto, la odontología corporativa tiende a estar muy centrada en el resultado final y en alcanzar los números. Este enfoque puede llevar a menudo a un alto nivel de estrés y de rotación de personal.
Las consultas dentales privadas, por el contrario, se benefician de un lugar de trabajo más unido. Se centran menos en la generación de nuevos negocios y más en proporcionar una atención excepcional a los clientes existentes. Esto da lugar a una base de clientes constante y permite al personal desarrollar la confianza entre el paciente y el médico, lo que hace que los clientes estén más abiertos a diversas opciones de tratamiento. Los dentistas de la consulta privada suelen invertir mucho en formación continua.
Los pasos iniciales
Ninguna pequeña empresa surge de la noche a la mañana. Antes de tomarse en serio la apertura de su propia consulta, empiece a sentar las bases creando las conexiones y los expertos que necesitará para tener éxito.
Crear una red de asesores de confianza
A algunas personas les gusta gestionar todos los aspectos de su primer negocio. Otras prefieren dejar que los expertos se encarguen de los pequeños detalles. La buena noticia es que hay profesionales especializados en trabajar con consultas dentales privadas.
Investigar, fijar el precio y comprar todo el equipo que necesita puede resultar desalentador. Busque un especialista en equipos dentales que vele por sus intereses en lugar de venderle todo lo posible. No es raro que una clínica dental establezca una relación a largo plazo con un especialista en equipos dentales.
Busque contratistas con experiencia previa en la construcción de consultas dentales. Su especialista en equipos dentales probablemente pueda enviarle algunas recomendaciones. Busque un CPA especializado, idealmente uno que trabaje con al menos 25 clientes dentales. Conocerá mucho mejor los entresijos de sus finanzas.
Por último, busque un prestamista que entienda el mercado dental cuando intente asegurar la financiación inicial. Los prestamistas con experiencia comprenderán el coste real de poner en marcha una clínica dental privada y estarán preparados para ayudarle a desglosar los gastos y honorarios relacionados.
Una vez que haya investigado, dedique tiempo a elaborar su plan de negocio. Los planes de negocio no son sólo para los prestamistas, sino que suponen un verdadero reto para que te asegures de plasmar en papel todos los aspectos del lanzamiento de una consulta con éxito. Piensa en ello como si estuvieras haciendo los deberes para un gran examen.
Determinar las necesidades de espacio y la ubicación
Al considerar la ubicación, también debes determinar tus necesidades de espacio.
Considere qué tipo de espacios quiere en su consulta dental privada. ¿Incluye una zona de espera? ¿Un área de recepción? Son cosas que hay que decidir antes de buscar ubicaciones.
Es una buena idea investigar sobre otros diseños de consultas dentales para poder empezar a imaginar su propio espacio. Busque zonas accesibles que se ajusten a su presupuesto y que estén rodeadas de sus pacientes objetivo. Evite los sitios que estén demasiado saturados de profesionales que ofrezcan los mismos servicios.
Conozca los costes medios
El rango típico de costes para poner en marcha una clínica dental oscila entre 350.000 y 550.000 dólares.
Uno de los factores más importantes son los costes inmobiliarios relacionados. Si construyes en una zona de bajo coste, puedes reducir los costes en un 20% o más. Dicho esto, debe asegurarse de que la región que seleccione esté en consonancia con sus objetivos. Tu éxito futuro depende en parte de la zona que elijas, así que debes asegurarte de que eliges una región con gran potencial de crecimiento o una clientela sin explotar.
Otro factor decisivo es el número de metros cuadrados. Por supuesto, si quiere ahorrar dinero, puede construir una oficina más pequeña. Pero, al igual que en el caso de la ubicación, hay que asegurarse de que el tamaño de la oficina se adapte a los objetivos. ¿Merece la pena el ahorro si no puedes ejercer adecuadamente de una forma que cumpla tus estándares o si no te dejas margen de crecimiento?
Considera la posibilidad de asociarte o de comprar la consulta de un dentista que se jubila
Asociarse con un socio es una forma excelente de compensar los costes y riesgos de abrir una consulta dental privada. Por supuesto, la otra cara de la moneda es que puede ser difícil encontrar a alguien que comparta tu visión. Trabaje estrechamente con su red actual para decidir si hay otro dentista en el que pueda confiar y con el que pueda trabajar estrechamente en un futuro próximo. La compra de una consulta existente puede permitirle acceder a una cartera de clientes ya existente desde el primer día.
Considere la posibilidad de mantener un puesto de asociado a medida que crece su consulta
Puede llevar algún tiempo que una consulta despegue. Mantener un puesto de asociado en otra consulta, aunque sólo sea un día o dos a la semana, le da la oportunidad de predecir los flujos de caja y pagar las facturas. También te da tiempo para conseguir nuevos pacientes mediante la publicidad y el boca a boca. Puedes ir reduciendo los días como asociado en otra consulta a medida que vas añadiendo días a tu carga de trabajo.